26 de enero de 2016

Last Tango in Halifax.

Esta maravillosa serie inglesa la encontré por Film&Arts, hace su buen par de meses atrás. La dejé grabando y un día decidí darle una oportunidad. Al principio bien prejuiciosa, no le dí mucha chance, partí de la base que sería mala. La trama: el nieto de Alan, le abre a su abuelo, un espacio en redes sociales para que se entretenga, éste ni bien aprende a moverse, lo primero que hace es buscar a su amada Celia, la mujer que hace 50 años atrás lo dejara plantado en su primera cita, del primer amor, según él el amor de su vida. Después supo que la chica, Celia, en cuestión había emigrado con toda su familia a otra ciudad y no volvió a saber más de ella. 

Es así como Celia y Alan, se reencuentran, ambos están muy emocionados porque los dos en estos 50 años, pese al tiempo transcurrido y la vida realizada, les quedó una cuenta pendiente con aquel amor de juventud. 
Es así como en la primera temporada de LAST TANGO IN HALIFAX, descubrimos que Celia dejó una carta para Alan, que una tal Eillen, amiga de ambos, no entregó a su destinatario, donde la chica explicaba por qué no podía acudir a la cita y dejaba dirección de la nueva ciudad a la que emigraba. 

Y bueno, es que las series inglesas casi todas, son excelentes. Creo que en la vida teleseriesca que he tenido, pocas veces me he encontrado con un bodrio inglés. Todas y cada una de las tramas, ya sean policiales o dramas, han sido de gran calidad. Y ésta en particular era realmente soberbia. No sólo porque la trama era realmente atrapante, pasaban tantas cosas en esos 55 minutos, que cuando mirabas el reloj no podías imaginar que en ese rango de tiempo tantas cosas pasaran. Tal cantidad de cosas, aventuras, conversaciones, peleas, amores, que ocurrían y todas las veces que te hacían de todo corazón, llorar, reír, gozar, entenderlos. Todo el tiempo pensé en que esta serie le hubiera gustado tanto a mi mamá, abríamos gozado juntas al verla.

De alguna manera y en esa misma sintonía agradezco que me haya gustado tanto, porque mientras la vi, la goce, pensé en cada uno de sus capítulos en mi mamá.
La primera temporada, porque de hecho ahora que terminó supe, me enteré que la serie constaba de tres temporadas. La primera y maravillosamente, Film&Arts, decidió darlas de sopetón y por tal, disfruté un par de buenos fines de semana con un maratón de cinco o seis capítulos al hilo de la serie. 
Como decía, en la primera temporada o los primeros seis capítulos, la historia gira en torno a esta pareja de adultos mayores, que bordean los 70 años y que después de 50, al fin logran volver a verse y re declararse el amor que sintieron el uno por la otra y la otra por el uno, el cual nunca cesó muy por el contrario se mantuvo latente aunque guardado en una gaveta de sus corazones, por siempre jamás. 
Como ya no hay tanto tiempo a futuro, la pareja decide casarse, decisión que provoca en las respectivas familias, dígase las hijas de cada uno se conozcan, choquen, crucen, se amiguen y vivan como dulces espectadores este gran amor. Que en el caso de Caroline, hija de Celia, es realmente una felicidad que su madre al fin pueda ser plenamente feliz, ya que lamentablemente el matrimonio con su padre no fue el caso, porque fue un mal marido que no estuvo a la altura y que más bien se dedicó a engañarla sistemáticamente. En el caso de Gillian, que obviamente ama a su padre y jamás interfirió en esta decisión, algo de dolor siente al pensar que quizás amó más a Celia que a su mamá Eillen, cosa que ella nunca lo sabrá, pero es verdad, ya que al poco andar también la adulta pareja descubrirá que la causante para que ellos dos no pudieran reunirse post cita fallida, fue justamente Eillen, la mejor amiga de Alan, con quien después se casó, se la jugó por ocultar información y dejar a la pareja con interrogantes durante 5 décadas.

En la segunda y tercera temporada, la serie se abre a las vidas de las hijas de la pareja, nietos y a sus correspondientes historias, secretos, algunos que debieran mantenerse ocultos. Verdades que salen a la luz y hacen mucho bien. Matrimonios, separaciones, amigos, más verdades que entran al juego y se diversifican. Peleas, separaciones, nuevos comienzos. Realmente LAST TANGO IN HALIFAX, es de esas series que podrían continuar mil años y los espectadores seríamos los más felices, porque los personajes se van transformando en parte de nuestra vida. Son tan reales las vivencias, sus historias, los sentimientos que viven, las formas en que se comportan. Como además es una serie contemporánea, donde se hablan temas como el racismo, la xenofobia, homofobia y que se puede hablar de ellas con toda libertad y cada uno tener sus posturas, aunque las apiladas en mal, son las menos aplaudidas y en cambio mucho más alabadas las que se abren a las minorías cada vez más mayorías sexuales, raciales. Una serie realmente buena, donde además uno aprende y siente que en muchas cosas, los ingleses son realmente un pueblo muy evolucionado y como que uno vuelve a sentir ese orgullo por el garbo, la elegancia (fino no porque no somos copas), inteligencia.

Todo el tiempo, cada instante, cada capítulo, he ido abrazando la memoria de mis padres, los tiempos en que veíamos estas seres juntos y ellos tan cultos e interesantes contaban historias al tema. Una poesía han sido estos varios meses de serie y una gran pena pensar que quizás se terminó, aunque el fin de temporada más bien consideraría que terminó tremendamente abierto para nuevas y entretenidas historias.
Totalmente recomendado!!


SINOPSIS:
Serie de TV inglesa a cargo de la siempre bien evaluada BBC, que cuenta la historia de amor de dos personas de edad adulta, que tras 50 años pensando que la una se fue sin dar señales y la otra pensando que el otro no se atrevió o quería tanto, vuelven a reencontrarse. En la primera temporada es el redescubrimiento de ellos dos y la planificación de su boda porque no quieren volver a separarse nunca más. Las consecuencias que esta decisión traerá en sus respectivas familias e hijas. Segunda y tercera temporada vamos adentrándonos en las vidas de estas dos familias, que se han unido, con sus cosas buenas y malas, secretos y verdades, amores y desamores, ojala por siempre jamás.

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Last tango in Halifax, 2012, Reino Unido.
Duración: 55 minutos cada capítulo.
Dirección: Sally Wainwright, Samuel Donovan, Eurus Lyn.
Guión: Sally Wainwringht.
Música: Murray Gold.
Fotografía: Alan Almond, Sam McCurdy.
Género: Drama.
Reparto: Anne Reid, Sarah Lancashire, Derek Jacobi, Nicola Walker, Edward Ashley, Louis Greatorex, Josh Bott, Sacha Dhawan, Tony Gardner, Dean Andrews, Nina Sosanya. 

19 de enero de 2016

Tres60.

Cuando vi TRES60, era domingo, no sé si se deberá a eso, a que es un día en que generalmente uno está relajado y a veces acepta muchas cosas, tan solo por estar así. Esta manera de comenzar puede insinuar que la película era mala, quizás sí y quizás no, pero en realidad no era tan mala, de hecho no era mala, era entretenida, lo único es que tenía unos baches muy sueltos, que siempre pensé que eran porque había llegado a ella, comenzada y esos cabos sueltos, que podrían haberse explicado al principio, al que no llegué. Pues tal, que la vi un par de días después y nada, todo es igual, no me había perdido nada, a lo más unos cinco minutos. O sea que entonces estamos frente a un caso de película inconclusa, que fue editada por un ciego o simplemente decidieron basar el suspenso en una onda a piezas que no encajan.

De todas formas y pese a todo lo antes dicho, la vi hasta el final y me repetí el inicio pensando encontrar algo más. Y pese a todo reitero: no es mala, tampoco es aburrida, tiene intriga. De hecho creo que el problema es que la idea era bien buena y el director y el guionista, no supieron cómo hacer para que además de suspenso, nos contaran en algún momento ciertas claves para entender y no quedarse con la sensación que el espectador no puso atención en un minuto, donde se relataba la última verdad.

También puede ser que estoy frente a la decisión de dedicarme hacer guiones porque realmente los que veo son muy malos jajajaja, pero no, no creo que esa sea la respuesta correcta, mi trabajo va por otro lado, a mi me gusta el cine para aprender, entretenerme, cultivarme y claro, criticarlo pero no tengo ínfulas de ir por la vida enseñándole a otros de qué va la cosa.

Desmembrando TRES60, podríamos decir que cuenta con un protagonista guapo, pero sin exagerar, que es el principal ingrediente de este suspenso que no termina de cuajar, tanto porque él siempre tiene una mirada lejana, como recordando algo de lo cual nunca habla y quizás sea el enigma de todo. O quizás siendo bien mala, podríamos decir que es inexpresivo pero en el casting, daba para el rol de chico guapo, pero sencillo, buen estado físico, que supiera surf y que tuviera cara de pasmado o de estar pensando. Después está el otro ingrediente fundamental para que una cinta de suspenso funcione, que es el buen actor que hace todo. En este caso el rol cayó sobre los hombros de un chico de unos once o doce años, que estoy segura que lo he visto en alguna de mis innumerables cintas españolas que he devorado (porque la movie es española) y que es encantador. Es el matado, mateo que sabe de tecnología a full y que inventa toda clase de triquiñuelas para descubrir a los malos. Además que es encantador y cualquiera, empezando por mi, se lo quisiera de hermano menor. 

A este elenco, le debemos sumar el factor "atractivo" masculino, porque para mí con el protagonista pasmado, cara de enigmático ya está, entonces sumamos con la chica guapa, interesante, misteriosa o al menos con mucha cara de estar enamorada y que pronto se entregara a una expuesta tensión sexual para que el espectador, electrocutado con la energía sexual se mantenga hasta el final, eso sí, la escena de sexo llega a los cuasi últimos instantes de la historia. La chica elegida es bastante bonita, tiene mucha cara de que esta enamorada del protagonista y que quiere todo con él, es simpática, le encanta destaparse, escotarse y que quede bien claro que tiene un buen cuerpo. 
Después viene el puesto del mejor amigo.... aquí podríamos decir que entramos en materia de la cinta, ya que es este joven el que le da razón y forma a la cinta de "suspenso". Un mejor amigo, Iván, que desapareció a la edad de once años, de manera muy misteriosa. Tanto es así que en algún momento llegué a pensar que la cara de pasmado pensante del protagonista, se debía a que en ese principio que no vi, contaban o mostraban algo crucial que de alguna forma enviaba un pestañazo, sólo apto para detectives de cine, que explicara o justificara lo que después no habría ni cómo.

El asunto es que este chico guapo, dedicado al surf y estudiante de marketing, tiene una vida normal, de tanto en tanto gana dinero haciendo comerciales para marcas deportivas, vive solo y sin embargo es muy cercano a sus padres y a su encantador hermano, Mario. Los papás se cambiaron hace no tanto a vivir a una tremenda mansión, a la que no se sabe si por entretención o exceso de dinero, se dedican hacerle arreglos. El que más o menos se maneja en tramas cinematográficas sabe que si en una historia aparecen situaciones o lugares, es porque serán claves en el desarrollo de la película a menos que se trate de un bodrio sin pies ni cabeza. En este caso el hecho de la entretención por los arreglos a la casa tiene el gran plus, que del entretecho caerá lo que le dará material a la trama de suspenso de la cinta. Ya que son fotos de su amigo desaparecido, en compañía de los antiguos dueños de la casa, que habitan ahora sus papás. Y comenzará el misterio.

Otro dato que a veces hace sospechoso al misterio, es cuando todas las pistas y datos se dan de manera demasiado fácil, casual y entrar a casas, hospitales, ficheros, iglesias, es súper sencillo, no te pillan, no hay alarmas, la gente no tiene tanto miedo como en Chile con la delincuencia y las llaves que abren secretos impresionantes, están casi colgado de la puerta y gritando "tómame, tómame". Pero recordemos que es domingo y que en estado de relajo, uno tiene al cerebro menos exigente.
E insisto, la vi hasta el final y no me arrepiento, tan sólo me hubiera gustado un poco más de claridad cuando lo requería, más que nada para cerrar los cabos sueltos que provocan las cintas de suspenso para que sean tales y no el tole tole de último minuto de un seudo cineasta con demasiadas ínfulas..
Totalmente recomendada!! 


SINOPSIS:
Guillermo, es un joven universitario apasionado del surf que inicia una investigación después de descubrir de forma casual un antiguo carrete fotográfico en las obras de reforma de la casa de sus padres. Su revelado destapa enigmáticas imágenes y una cara conocida: su mejor amigo de la infancia, Iván, desaparecido hace ya demasiado tiempo. A medida que tira del hilo, la curiosidad inicial de Guillermo se convierte en una peligrosa investigación de consecuencias insospechadas. En sus investigaciones contará con la ayuda de Daniela, una chica que ha conocido y hacia la que se siente cierta atracción, y por su hermano Mario, un loco de la informática capaz de acceder a cualquier información y con su compañero de olas, "El Ruso".

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Tres60, España, 2013.
Dirección: Julio Torrecilla.
Guión: Luiso Berdejo
Fotografía: Johnny Yebra.
Música: Roque Baños
Género: suspenso
Duración: 97 minutos
Reparto: Raúl Mérida, Sara Sálamo, Jaoquin de Almeida, Adam Jezierski, Guillermo Estrella, Marta Martin, Geraldin Chaplin, Carolina Ferre.

12 de enero de 2016

Stories we tell.

Confieso que soy una iletrada de Sarah Polley, que llegué a ella o sé de ella, a través de mi sisterna Manucita, pero a STORIES WE TELL, llegué más por curiosidad en la trama, en la sinopsis, que en el conocimiento que fuera un trabajo cinematográfico de Polley.
De hecho, muy avanzado el documental, porque eso es lo que es, fui descubriendo que versaba sobre la historia de la familia de Sarah.

Supongo que lo que me atrajo fundamentalmente, es el tema de las historia de familias, que siempre me han gustado mucho, porque yo también vengo de una y porque tengo muy presente siempre, la sensación de querer contar la de ciertos personajes de mi núcleo, como mis papás y mis abuelos. En este caso lo que uno siempre se cuestiona un tanto con ego, otro tanto con ingenuidad es ¿qué le puede interesar a otros la familia de uno? Eso es lo que le pregunta, reflexionando una de las hermanas mayores a Sarah, sintiendo un poco que no existe nada mucho de interés o importancia para otros, sobre su vida familiar.

Y quizás sea así, que no exista nada famoso que contar, pero si todo lo que arma historias en literatura o en cine, tuviera que basarse en historias de gente famosa, el mundo sería aún más ignorante de lo que ya, porque carecería de mucha información. Encuentro que el plus de STORIES WE TELL, está justamente en eso, en aportar algo que no sabíamos, al menos yo lo desconocía. Y por más simple que sea tu relato, si está bien narrado, si cuenta con ritmo, energía, el interés del espectador se mantendrá hasta el final.
De hecho, parto de la base porque lo pienso con convicción, que todos tenemos una historia que contar y por tal, todas son interesantes de ser escuchadas, entendidas, atesoradas en la memoria y en el corazón. Y de paso salvo la idea de algún día realizar el docu sobre mi familia.

De todas maneras, en la medida que el documental va avanzando, nos vamos dando cuenta que la idea de Polley, de contar sobre su familia, surgió de alguna forma en un primer lugar, para hablar de una hermosa madre Diane, a la cual ella no pudo conocer mucho ya que murió cuando Sarah tenía 11 años. Y como los demás actores de esta historia, dígase los miembros de la familia, tenía cada uno un punto de vista particular y personal de contar sobre la mamá.
Entre medio y sin ánimo de contarles el final de la historia, porque no lo es, descubrimos que algo que fue parte de un chiste maloso, de toda la vida, en la infancia de  Polley, se transforma en realidad, ella biológicamente no es Polley, sino que Gulkin, ya que su madre en un momento de su vida, en una cierta crisis personal y matrimonial, tuvo un romance con un productor canadiense muy importante, Harry Gulkin, con el que estuvo a punto de marcharse, pero recordó que eso ya lo había hecho en su juventud y le costó que la alejaran de sus hijos y esa experiencia no la viviría otra vez, así que la relación con Gulkin quedó en un romance intenso y ella continuó la vida con su marido Polley y sus hijos. Y de pronto, de ese romance nació Sarah, la que creció y educó al lado del señor Antoine Polley, un encantador hombre, que fue actor pero que para mantener a la familia lo dejó todo. 

Lo otro que no deja de ser curioso, en esto de mostrar los hitos de la familia, es descubrir que la madre de Sarah, era una famosa actriz canadiense (porque la directora es de ese origen y después se trasladó por el mundo), que hizo algunas obras que marcaron hito en la historia teatral de ese país y que muy joven, murió de cáncer. Y adentrándonos en esta historia familiar, conocemos al padre biológico y la relación que surge entre padre nuevo e hija y como el ego de algunos se interpondrá en los verdaderos sentimientos futuros para esta familia extendida.
En fin, mil detalles, historias, secretos, detalles, recovecos que vamos descubriendo, conociendo, enterándonos, a medida que la historia transcurre. Debo confesar que cuando se descubre lo de la paternidad de Polley, me dio un poco de flojera el documental porque pensé que era un trabajo algo egocéntrico de la directora, pero tenía tan buen ritmo, estaba realmente tan bien contado, que me quedé. Y lo bueno de eso, se que al rato pude descubrir que la directora era mucho más inteligente que egocéntrica y quería dar una pincelada, una muestra, de como  una misma historia, los distintos integrantes de ésta pueden contarla desde distintos puntos de vistas, egos, emociones, sentimientos. Por algo se llama LAS HISTORIAS QUE CONTAMOS ó STORIES WE TELL.
Totalmente recomendada!!


SINOPSIS:
A partir de entrevistas e imágenes familiares, Sarah Polley, busca la respuesta a uno de los enigmas que rodean a su familia. Filme de investigación por el que desfilan padres, hermanos y amigos, cuyas contradictorias declaraciones conforman un mosaico emocional en la innovadora línea de documentales. 

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Stories we tell, Canadá, 2012
Título en español: Las historias que contamos.
Dirección: Sarah Polley
Guión: Sarah Polley
Música: Jonathan Goldsmith
Fotografía: Iris Ng.
Género: Documental
Duración: 108 minutos

5 de enero de 2016

Flowers in the attic.

FLOWERS IN THE ATTIC, tiene todos los ingredientes para ser una terrorífica y asquerosa película de miedo. Terrorífica porque la idea de esconder a cuatro niños en lo más alto de un caserón, es de un malvado que da miedo. Segundo, pretender que un grupo de dos jóvenes y dos niños pase desapercibidos, es decir, que dejen de ser ellos, de meter ruido, moverse es maligno. Y tercero, colmarlos de prejuicios sobre lo inmoral, sucio y molesto que una madre, recientemente viuda, piensa de ellos. Sumado a lo que a ojos de una madre algo loca que no suficiente con abandonarlos en un ático, pretende que sus hijos adolescentes, 15 y 12 años, hombre y mujer, hagan oidos sordos a lo que puede pasar en plena pubertad y encerrados en dos habitaciones y cuidando a sus hermanos menores. 

De pronto un deja vú me tele trasporta a "La laguna azul" y pienso si en realidad en la moralina norteamericana, esos dos chicos viviendo primero con el marinero borracho, con el cual naufragan y después dejados a su suerte en aquella isla paradisíaca, solos tras la muerte del marinero borracho, porque obviamente además de salvar a los chicos hizo lo mismo con un barril de buen tinto o whisky, será que estos dos chicos, niños, jóvenes que quedan solitos en la isla ¿no serían hermanos? Y por eso ese amplio e imaginativo final en el que quedan en altamar a la espera de ayuda, con el pequeño fruto de su amor: su hijo, o sea que debían morir por aquello del pecado original.

Pues bien, aunque en FLOWERS IN THE ATTIC, los jóvenes hermanos comienzan a vivir la pubertad cada uno por su lado, llega un momento que al hombre le empieza a gustar la chica, que casualmente es su hermana, mira revistas pornos que curiosamente encontró en el ático (estaba bien provisto eso que ni qué) y sin mostrarnos su pantalón, imaginamos que algo se le abulta cada que su hermana pasa a su lado, lo rosa o tienen un leve contacto de piel. Me pregunto si eso podrá ocurrir, que la carne sea más fuerte que ninguna otra cosa y olvides por muy encerrado que estés en el ático, que aquella mujer deseada, es tu hermana. Nunca me ha pasado, sólo lo he visto en películas, pero me salta la duda, eso sin duda.

Y será justamente ese ingrediente morboso, que combinado con buenas actuaciones podría haber hecho de ésta movie algo más interesante. No niego que de todas formas la vi hasta el final, pero eran realmente tan malas las actuaciones de todos, hasta la de mi querida Ellen Burstyn, quien interpretaba el rol de la abuela, que nadie quisiera tener en su familia. A Burstyn, le pasó que desde que la cazaron con el rol de bruja, loca, malvada le han sacado un jugo y en este papel, ya tan cliché, tan manoseado, si bien producía cero empatía, a veces daban unas ganas de saltarse a reír. La ambientación morbosa de la historia, creo que es el ingrediente que mantiene la atención hasta el final. Tanto por las insinuaciones directas que lanza la abuela, sobre lo deslizable que era y es la hija cuando se ve frente al sexo masculino y que quizás algo más morboso existió en sus años mozos, entre el papá y ella, entre ella y el tío con el que huiría y se convertiría en el padre de sus cuatro hijos. Una cosita morbosa, asquerosona, se respira todo el tiempo en la historia.
El cliché mal trabajado de una Ellen Burstyn, convertida en madre de una especie de Carrie pero versión descarriada, por no decir "putanaza", que por más que rezó y luchó por impedir que el diablo se la tragara, no lo consiguió. Entonces la abuela anda viendo el mal, al diablo, el deseo como lo más repugnante del universo, en todas partes: en su hija, sus nietos. 

Quizás pensando que esta cinta es producto de una novela, en versión leyéndola uno quedaría más conforme, sin tantos lazos sueltos, que la cinta no cerró o que las malas actuaciones no salvaron, a saber.
Y sin embargo la vi hasta el final, así que en gran medida me quedo callada.
Será por eso también que al terminar, me quedo con un extraño sabor de boca, intenté ver otras cosas para sacármela de la mente, pero a veces lo que uno cree malísimo, aunque lo sea, igual marca, igual trauma, igual no logras sacarlo de la mente. Quizás por eso decidí comentarlo, quizás así me abandone y se quede con ustedes jajaja.
Recomendada para fin de semana tedioso!!


SINOPSIS:
Tras la inesperada muerte de su padre, los niños Dollanganger son convencidos por su madre Corrine (Heather Graham) de que vivan en el ático de la mansión de sus abuelos, con el objetivo de que pueden reclamar la fortuna familiar... Remake de la película de la película del año 1987, que a su vez adapta la novela homónima del mismo título.

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Flowers in the attic., 2014, Estados Unidos.
Titulo en español: Flores en el ático,
Dirección: Deborah Chow
Duración: 120 minutos
Guión: Kayla Alpert basado en la novela de Virgina C. Andrews.
Música: Martio Grigorov.
Reparto: Kiernan Shipka, Mason Dye, Heather Graham, Ellen Burstyn, Dylan Bruce, Chad Willett, Ava Telek, Maxwell Kovach.
Género: Drama, intriga, thriller.